El águila adolescente


Un águila adolescente fue dejada sola por sus padres porque habían decidido que encuentre sola su propio camino. Al poco tiempo llego un gran avestruz y le dijo – Te enseñaré lo que debes hacer, cuando sientas una amenaza, pon tu cabeza bajo tierra así confundirás a los depredadores que identifican a sus presas por la cabeza –  
Él águila sintiéndose impactada por el porte, la altura y las grandes plumas del avestruz, accedió a su consejo. El avestruz se sentía muy orgulloso de que el águila le hicieran caso.

El águila intentó varios días esconder su cabeza, pero no podía hacer aquel movimiento, porque su cuello era muy corto. Finalmente se alejo del avestruz.

Un tiempo después dio con un pavo real muy hermoso, que estaba buscando escoltas para sus despliegues de plumas formidables, y de esta forma ser alabado por los demás. Convenció al águila adolescente de abrir sus plumas cuando vieran otro animal, así presumirían y se sentirían orgullosos de su belleza, ella iría al frente y el águila por detrás. Él águila abrumada por el color y belleza del plumaje del pavo accedió a su consejo. Varias veces abrió sus plumas junto al pavo real, pero se dio cuenta que no podía hacerlo tan eficazmente como el pavo, solo levantaba un poco las alas y las volvía a bajar mientras caminaba torpemente. Luego de sentirse humillada por la risa de unos zorros y hienas abandonó las andanzas con el pavo. Triste y desilusionada creyó no poder hacer lo que otros hacían. Quiso quedarse sola y subió a una montaña con pequeños saltos y un poco de vuelo, confundida se acurrucó en un hueco y se durmió. Al pasar unas horas despertó con hambre voraz, impulsada por sus instintos salto al vació y vio de lejos nítidamente una serpiente muy temida por los animales, naturalmente se lanzó hacia ella a una velocidad vertiginosa, y con rigurosa precisión, la cazó y la comió. Al terminar se acercaron sus padres, la abrazaron, la felicitaron y le dijeron --¡¡síguenos!! -- y tomaron el vuelo más alto que las águilas puedan tomar. 

Muchos a tu alrededor querrán exigirte y transformarte en algo que solo los haga sentir orgullosos a ellos, o peor aún, que solo les interese beneficiarse con algo tuyo, sin importarle sinceramente tu vida. Pero un fuego se encenderá en tu corazón y sabrás el camino que debas seguir par llegar tan alto como las águilas.

Por Esteban Correa

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